La sordera es la pérdida total de la audición en uno o ambos oídos. En un 50% de los casos la sordera total es prevenible. Un gran número de personas, en el mundo, están afectadas por pérdida de audición que es posible mejorarla y tratarla con medicamentos, cirugía y el uso de audífonos y otros dispositivos. La sensibilización y la atención primaria, test auditivos, pueden ayudar a reducir la prevalencia y los efectos adversos de la pérdida de la audición. La sensibilización es esencial para el cuidado eficaz del oído y la audición.
El ruido es una importante causa evitable de pérdida auditiva
La pérdida de audición por la exposición al ruido en el trabajo es actualmente el riesgo profesional objeto de más indemnizaciones. En cuanto a las actividades recreativas, el riesgo que comporta el ruido procedente de aparatos de música y de otras fuentes de entretenimiento es cada vez mayor entre los jóvenes: se calcula que 1100 millones de personas en todo el mundo corren el riesgo de perder audición como consecuencia del ruido excesivo al que se exponen de este modo.
Hasta 5 de cada 1000 niños nacen con una pérdida de audición discapacitante o la sufren en la primera infancia
La detección y el tratamiento precoces son importantes para prestar a los lactantes y niños pequeños sordos y con trastornos de la audición el apoyo adecuado para gozar de igualdad de oportunidades en la sociedad.
Casi una de cada tres personas mayores de 65 años padecen pérdida de la audición
Si no se trata, la pérdida auditiva afecta a la comunicación y puede agravar el aislamiento social, la ansiedad, la depresión y el declive cognitivo. La pérdida de la audición debida a la edad se puede tratar eficazmente con diversos medios, especialmente audífonos.
Cerca del 20% de las personas que padecen pérdida de audición pueden mejorarla con dispositivos tales como los audífonos y los implantes cocleares
Se calcula que hasta 56 millones de personas podrían mejorar su audición gracias a estos dispositivos. Sin embargo, la producción actual de audífonos, por ejemplo, satisface menos del 10% de las necesidades mundiales y del 3% en los países en desarrollo.




