Como bien sabemos, cuidar la salud auditiva garantiza una buena calidad de vida en el futuro. El oído y la manera que tenemos de percibir los sonidos son diferentes en cada persona y como nuestro cerebro los interpreta, pero siempre hay que tener algún referente para empezar a hablar de unidades que miden la manera en la que nuestro oído capta esos sonidos.
Los decibelios nos marcan el punto de partida para hablar sobre unidades relativas a la intensidad de sonido, esta unidad es una medida muy dificil de medir por si sola, porque mide la intensidad de sonido que produce una presión del sonido o sonora, por tanto el decibelio nos va a comparar dos magnitudes diferentes.
La unidad de medida del sonido es el decibelio
Para entender un poco mejor que es el decibelio y como afecta a nuestra salud auditiva, esta unidad de medida es utilizada para hablar de como percibe el sonido una persona o como le afecta la extridencia de un sonido fuerte, tomando como referencia a personas jóvenes para realizar las diferentes comparativas. Una persona joven y en plenas capacidades auditivas es capaz de oir y entender los sonidos que se producen con un nivel de decibelios bajos con claridad, pero hay que prestar atención cuando esa sensación comienza a fallar.
La percepción más baja de sonido es el umbral de audición, la mínima unidad que es capaz de escuchar una persona para indicar el nivel de presión que ejerce un determinado sonido en ella.
Cuando medimos el nivel auditivo o comprobamos la pérdida de audición que sufre una persona, hay muchas herramientas que nos ayudan a medirilo, en nuestro caso utilizamos el sistema CPCA, que va más allá de como escucha un oído, y mide como el cerebro humano es capaz de interpretar esos sonidos que le llegan y como los transforma, y todo ello nos ayuda a ser mucho más precisos en los diagnósticos gracias a unas audiometrías mucho más exautivas y precisas.
La exposición a sonidos muy fuertes o sonidos estridentes duranteun tiempo muy prolongado debido a esos altos decibelios, que al final es lo que nos ayuda a determinar la presión de ese sonido, y por tanto ser capaces de identificar el nivel de sonido, cuando se encuentran por encima de 85 decibeles el sonido se considera que puede acarrear consecuencias a largo plazo en nuestra salud auditiva.
Una persona se considera que puede sufrir una discapacidad auditiva moderada cuando el sonido que percibe se encuentra por encima de los 56 decibelios, y grave por encima de los 70, y es en esas cifras cuando tenemos que tomar medidas, pero todo ello tiene medidas preventivas como indicamos en artículos anteriores, como son los protectores auditivos, que ayudan a mitigar, cuando esta pérdida proviene de ambientes laborales con estrés de ruido.
La prevención como medida a las consecuencias