Lo primero que se nos viene a la cabeza pensando en el "
día después" es cómo viviremos después del
COVID19, cómo será el día a día.
Si tenemos que mantener las distancias de seguridad necesitaremos más espacio para los peatones, eso supondrá reducir el tráfico... la movilidad es y será un asunto de riesgo y por tanto una aspecto a considerar por gobiernos de todo el mundo.
Se acerca un cambio de hábitos y aspectos muy importantes a tener en cuenta.
No podemos ni queremos que vuelvan los altos niveles de contaminación, hemos descubierto sonido nuevos, las especies se han recuperado y ahora nosotros debemos saber volver y respetar la naturaleza que nos rodea.
Algunas ciudades han convertido calles sin tráfico a motor para dejar más espacio al peatón que le permita ese espacio de seguridad, espacios compartidos con tráfico de máxima velocidad a 10 km/h o 20 km/h.
Aumentar la anchura de las aceras ya que necesitaremos aceras de 3 metros para poder mantener la distancia de seguridad cuando nos cruzamos con otro peatón.
Más espacio público para la vida amable en las ciudades, menos contaminación y menos ruido.
La concienciación es la que nos permitirá cambiar las cosas y evitar que volvamos atrás.
En este artículo de
conrderuido.com nos cuentan como el consenso y la valentía política pueden hacer que las cosas vayan a mejor.