Según este informe de la OMS: Aproximadamente el 78% de los países de ingresos bajos cuentan con menos de un otorrinolaringólogo por cada millón de habitantes; el 93% tiene menos de un audiólogo por cada millón de personas; solo el 17% tiene uno o más logopedas por cada millón, y solo el 50% dispone de, al menos, un maestro para sordos por cada millón de habitantes.