Dos científicos de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III acaban de publicar los resultados de su investigación,
¿La exposición a la contaminación acústica influye en la incidencia y gravedad del COVID-19?
En ella han demostrado como existe una relación entre los niveles de ruido ambiental y el número de casos, y hospitalizaciones. Esta investigación se ha centrado en la relación de la COVID 19 con los factores ambientales, con variables metereológicas y contaminación química.
La contaminación acústica se ha incluido como un factor de riesgo, es decir incide en el empeoramiento de diversas enfermedades. Pero el ruido en concreto ha supuesto mayor incidencia en la COVID-19.Podemos entender que esto es así debido a que el ruido ya se ha demostrado que influye en nuestro sistema inmunitario, debilitándolo debido al estrés biológico.
El estrés psicológico provocado por el ruido es un claro causante de enfermedades cardiorrespiratorias.El ruido además afecta a nuestro sistema nervioso central, incide negativamente en nuestra actividad muscular, en nuestra presión sanguínea y en la actividad gastrointestinal .También sabemos que el ruido provoca alteraciones del sueño. Un estudio muy complejo que por las dificultades para analizar el ruido de forma independiente ha limitado las conclusiones del estudio. Sin embargo, ha dejado claro que el ruido debe considerarse un problema de salud pública. Las conclusiones del estudio se han publicado en la revista
Environmental Research Todos los datos del estudio y gráficos están publicados y los resultados no dejan duda, en palabras de sus autores que concluyen : "Los resultados obtenidos en este estudio muestran que los ruidos medidos a través del indicador Leq24 están relacionados con la incidencia y gravedad de COVID-19 en la provincia de Madrid. Este efecto es independiente del encontrado para la contaminación atmosférica y predomina en relación al efecto de NO2 y PM10."